Según Robert Kiyosaki, Warren Bufet, Steve Job, entre otros millonarios: Solo entre el 3% al 5% de la población a nivel mundial tratan
de ser diferente al resto. ¿Diferente en qué? En que ese pequeño grupo de
personas a nivel mundial buscan emprender, crear una empresa, ser
independientes, es decir; deciden trabajar por su cuenta, mientras la mayoría
decide ser dependiente de un patrono.
Con
esto no se quiere decir, que ser empleado es malo, de ninguna manera, solo que
al ser empleado u obrero para otro, le dedicas tú tiempo y todas tus
habilidades y destrezas a los demás, cuando deberías ponerlas en práctica
contigo mismo para formarte como un ser independiente.
La mayoría de las personas siguen la tendencia de ser un empleado u obrero de una empresa, y esto sucede con conocimiento de causa, pues a la mayoría no se nos ha enseñado a ser empleadores, a crear compañías, sino a ser dependientes, y uno se pregunta: ¿A este 3% - 5% tampoco los han enseñado?
Estamos
de acuerdo en eso, pero este pequeño grupo de personas se han atrevido a ser
diferentes. Decidieron ser sus propios jefes y no depender más del papel que
ejercen como empleados, y por ese solo hecho, ya son diferentes al montón.
Aunque
el camino no es fácil y surgen muchas vicisitudes, el emprendedor que está
decidido a triunfar, no lo detiene nadie. Si fracasa, lo toma como un
aprendizaje o una experiencia más y sigue adelante.
Muchas
piedras y obstáculos en el camino se le presentarán, que si no tiene carácter,
disciplina, perseverancia y espíritu emprendedor muy posiblemente abandone el
emprendimiento.
Otros
elementos que se le van a presentar al emprendedor, son los sentimientos
encontrados con familiares y amigos, en particular con aquellos, que te desean
ver bien, pero no mejor que ellos.
Cuando
tú como emprendedor, inicias un camino diferente, de progreso y crecimiento en
tú vida, no van a faltar los envidiosos. Esos que te dicen, te quiero mucho
hermano, te quiero mucho amigo, ¿pero qué haces?
El
emprendedor que está decidido a crear su negocio, a crear su empresa, debe
tener carácter para lograrlo, pero también debe tener carácter para no dejarse
llevar por los envidiosos y no hacer nada.
Siempre van a existir los envidiosos y siempre van a estar ahí, mirándote, para ver que
estás haciendo y desearte entre los dientes que quiebres o desmayes en lo que
estás haciendo.
Muchas
veces es la misma familia la más envidiosa, no te apoyan y lo que hacen es
crearte obstáculos para que no avances con tu proyecto. Es común encontrar
envidiosos, pero lo más importante, es no dejarse llevar por ellos y pasarle
por encima, sin hacer caso a sus charlatanerías y desmanes.
Emprendedor,
vas a quedar con la boca abierta y desconcertado, al ver tanta gente de tu
entorno, que pensabas que te iba a felicitar por tu emprendimiento, y resulta
que es lo contrario, te van a criticar y a desalentar, que, si no estás
decidido y preparado a lograr lo que deseas, posiblemente te desanimes y
abandones todo, dejando así contentos a todas esas personas que te envidian y
critican, por ello no te preocupes por los envidiosos, preocúpate por lograr tu
emprendimiento.
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