Muy
frecuente es hacer esta pregunta existencialista, cuando estamos en una reunión
familiar, en una reunión de amigos, o en cualquier conversación cotidiana
laboral o no laboral, ¿A que vinimos al mundo?. Diversas respuestas salen a
relucir, y entre respuestas inseguras pareciera que no sabemos a qué vinimos al
mundo.
Desde
que nacemos nos forman potenciando nuestras debilidades, en vez de potenciar
nuestro talento. La educación nos forma queriendo fortalecer nuestras
debilidades. Si somos buenos en biología y salimos mal en matemáticas, la
escuela busca de alguna manera que el alumno mejore y salga excelente en
matemáticas, y si no sale bien en matemáticas es penalizado y tratado como un tarado, que no sirve para
estudiar, cuando en realidad la escuela debería potenciar al alumno en
biología, buscar descubrir que es lo que le gusta de la biología y que puede
hacer el alumno en biología: esta es una manera de potenciar los talentos de
los alumnos.
A
nivel del hogar, los padres también buscan mejorar las debilidades, si el hijo
va mal en matemáticas y bien en biología, el niño recibe regaños y maltratos,
pues vas mal en una materia que no te gusta, y la cual se le hace difícil pasar
al niño.
Cuando
pensamos o nos preguntan a que vinimos al mundo, solemos buscar una respuesta
divina, como dejándole toda la responsabilidad a Dios o la persona se siente
predestinada generalmente a sufrir. Muchas personas dicen estoy predestinado a
ser pobre, estoy predestinado a vivir esta vida, estoy predestinado a sufrir, y
tantas cosas que las personas se meten en la mente, que no saben realmente a
que vinieron al mundo.
¿A
que vinimos al mundo? ¿Por qué no le damos una respuesta concreta a esta
pregunta?, pues sencillamente porque no sabemos lo que nos gusta hacer, no
sabemos cuál es nuestra pasión, no sabemos cuál es o son nuestros talentos
naturales.
Cuando
una persona descubra en su interior, que es lo que más ama en la vida, a parte de
la familia, esa persona descubrirá cuál es su misión en su vida. Generalmente
confundimos el amor hacia la familia o el amor a una pareja, como nuestra misión en la vida. Tener una
esposa, tener un esposo, tener hijos, amar a nuestros padres, es un acto
natural de la vida, tener familia es evolucionar, pero tus talentos son los que
te indican que es lo que realmente te gusta hacer, que es lo que te apasiona y
por lo que lucharías hasta convertir eso que amas en realidad infinidad de veces,
que también es evolución. Encontrar tú misión en la vida es evolución, y la
evolución conlleva a mejorar la vida propia como las de los demás.
La
mayoría de las personas vamos al trabajo por obligación y no por pasión o amor
al trabajo, es el empleo que se encontró y por lo tanto debe cumplir, tiene que
ir a trabajar en vez de querer trabajar. Cuando quieres algo, ese querer (yo quiero), debe salir de adentro de tu
ser, cuando deseas tener algo, ese
tener viene de afuera.
Descubretú pasión, descubre tus talentos, piensa en lo que amas o amarías hacer en tú
vida. Tus talentos te llevaran a ser libre, pues hacer los que nos gusta no es
un trabajo, es libertad, es satisfacción y recuerda que donde pones tus
energías, saldrán buenos y excelentes resultados.
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