Cuando hablamos de fin, es un propósito que se
haya planteado una persona y que desea lograr. El hombre siempre está dirigido
hacia lograr metas u objetivos, lo que pasa es que en su mayoría son pequeños y
los ve como insignificantes.
Un ama de hogar tiene muchas metas o
actividades que cumplir en un día normal. Atender el hogar, al marido y a los
hijos es una tarea titánica, sin embargo, esas actividades se ven cono una
rutina más que actividades de éxito.
Las personas piensan que el éxito es lograr
algo grande y significativo, y donde los demás vean lo logrado, desean gritar a
voz populi y así celebrar ese gran éxito.
Cuando no se ha podido lograr ese gran éxito,
que retumbe en todos los rincones del planeta, la persona pues prefiere vivir
su día a día, no dándole importancia a sus quehaceres diarios.
Sin embargo, las personas deben saber que ese
gran éxito no se logra de la noche a la mañana, se requiere de mucha paciencia,
perseverancia y carácter para lograrlo, pero además deben saber, que esas
pequeñas cosas insignificantes que se hacen en función de lograr algo es lo que
nos lleva al gran éxito.
Nada grande se logra sino se empieza por las
pequeñas cosas. Todo gran éxito procede de hacer las pequeñas cosas y hacerlas
de una por una, no todas al mismo tiempo.
La metodología de Dios es la mejor. Dios hizo
al mundo de una en una, es decir, haciendo una cosa primero y después otra,
hasta llegar a crear al hombre. Dios no hizo el mundo en un solo abrir y cerrar
de ojos, hizo primero una cosa y después otra, hasta que termino de crear al
mundo.
Las personas deben saber que para logar un
objetivo, una meta, un propósito o un fin significativo por muy pequeño que
sea, se debe tener, además de paciencia, perseverancia y carácter, se debe tener
determinación, enfoque, ímpetu, disciplina y otros factores más, todos en favor
de lo que se desea lograr.
Pero hay un factor determinante que toda
persona emprendedora debe tener y sin ello es un poco más difícil lograr lo
deseado. Se trata de tener libertad. Mucha gente dirá, pero si somos libres y
podemos hacer lo que queramos, si, pero resulta que esta libertad es diferente.
El error es pensar que somos libres y podemos
hacer los que nos da la gana, cuando lo ideal es tener libertad para poder hacer
lo que nos llevará al éxito.
Nos sentimos libres porque caminamos libremente
por las calles, nos sentimos libres porque nos quedamos fuera de la casa, nos
sentimos libres porque nos emborrachamos y gastamos nuestro dinero, nos
sentimos libres porque podemos hablar lo que queramos, a la final tenemos libre
albedrío, pero a pesar de todo esto se requiere libertad para lograr lo que realmente
es importante.
Cuando deseas lograr algo que sea importante
para tú vida, debes empezar a librarte de todo lo que te haga perder el tiempo.
Andar por la calle sin sentido, gastar el dinero sin sentido, perder el tiempo
en hablar cosas sin importancia para tú vida, en andar con amigos sin saber hacia
dónde ir, debes librarte de los problemas familiares y así librarte de un
sinfín de cosas, que en vez de sentirte libre lo que hace es tenerte
esclavizado.
Nos sentimos libres porque no estamos pagando
una condena, pero el vicio, la brujería, la hechicería, la envidia, la borrachera,
el egoísmo, la avaricia, la ira, entre otros, son elementos que nos esclavizan viviendo
en libertad, y lo que más llama la atención, es que con ninguno logras nada de
lo que deseas, solo destruir el espíritu de grandeza que tenemos todos los
seres humanos.
Eres libre cuando te quitas todos esos males de
encima y sientes paz y tranquilidad en tú espíritu, pues debemos saber que
somos seres espirituales viviendo en un cuerpo carnal.
Si queremos construir un imperio debemos
primero limpiarnos espiritual y mentalmente. No se avanza cuando estamos esclavizados
a un vicio, se avanza si se dan los primeros pasos a ser la persona diferente a
la que eres.
Si deseas lograr el éxito grande, ese que
sueñas con vivir debes tomar decisiones en tú vida que te encaminen a lograrlo
y para empezar a lograrlo debes empezar a eliminar todo lo que te esclaviza.
El carácter, la determinación, la disciplina,
la buena comunicación familiar, la paciencia, la honestidad, la integridad, la
voluntad, te harán llevar por el buen camino, pero por encima de todo, busca
tener una buena comunicación con Dios, que es el único que da la victoria y la
libertad verdadera.
Las personas cometemos errores porque abusamos
de nuestro libre albedrio, y de los errores debemos aprender, pero si vas a
emprender, todo lo que vayas hacer debe estar sincronizado y en armonía contigo
mismo, debes tener dominio propio, de lo contrario no lograrás nada.
Una de las primeras cosas que debe hacer el
emprendedor es establecer una buena comunicación con Dios y la familia, debes
generar confianza y ellos te darán libertad de actuar, pues no puedes predicar
una cosa y practicar otra.
Si la familia no te apoya, comunique su
emprendimiento a Dios y siga su camino, no se deje llevar por los rudimentos de
la carne, esos que esclavizan siendo libre, con ellos no va a lograr nada.
Recuerde: “La verdadera libertad consiste en el
dominio absoluto de sí mismo”. Michel de Montaigne
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