domingo, 16 de agosto de 2020

Cuando hablamos de fin, es un propósito que se haya planteado una persona y que desea lograr. El hombre siempre está dirigido hacia lograr metas u objetivos, lo que pasa es que en su mayoría son pequeños y los ve como insignificantes.

Un ama de hogar tiene muchas metas o actividades que cumplir en un día normal. Atender el hogar, al marido y a los hijos es una tarea titánica, sin embargo, esas actividades se ven cono una rutina más que actividades de éxito.

Las personas piensan que el éxito es lograr algo grande y significativo, y donde los demás vean lo logrado, desean gritar a voz populi y así celebrar ese gran éxito.

Cuando no se ha podido lograr ese gran éxito, que retumbe en todos los rincones del planeta, la persona pues prefiere vivir su día a día, no dándole importancia a sus quehaceres diarios.


Sin embargo, las personas deben saber que ese gran éxito no se logra de la noche a la mañana, se requiere de mucha paciencia, perseverancia y carácter para lograrlo, pero además deben saber, que esas pequeñas cosas insignificantes que se hacen en función de lograr algo es lo que nos lleva al gran éxito.

Nada grande se logra sino se empieza por las pequeñas cosas. Todo gran éxito procede de hacer las pequeñas cosas y hacerlas de una por una, no todas al mismo tiempo.

La metodología de Dios es la mejor. Dios hizo al mundo de una en una, es decir, haciendo una cosa primero y después otra, hasta llegar a crear al hombre. Dios no hizo el mundo en un solo abrir y cerrar de ojos, hizo primero una cosa y después otra, hasta que termino de crear al mundo.

Las personas deben saber que para logar un objetivo, una meta, un propósito o un fin significativo por muy pequeño que sea, se debe tener, además de paciencia, perseverancia y carácter, se debe tener determinación, enfoque, ímpetu, disciplina y otros factores más, todos en favor de lo que se desea lograr.

Pero hay un factor determinante que toda persona emprendedora debe tener y sin ello es un poco más difícil lograr lo deseado. Se trata de tener libertad. Mucha gente dirá, pero si somos libres y podemos hacer lo que queramos, si, pero resulta que esta libertad es diferente.

El error es pensar que somos libres y podemos hacer los que nos da la gana, cuando lo ideal es tener libertad para poder hacer lo que nos llevará al éxito.

Nos sentimos libres porque caminamos libremente por las calles, nos sentimos libres porque nos quedamos fuera de la casa, nos sentimos libres porque nos emborrachamos y gastamos nuestro dinero, nos sentimos libres porque podemos hablar lo que queramos, a la final tenemos libre albedrío, pero a pesar de todo esto se requiere libertad para lograr lo que realmente es importante.

Cuando deseas lograr algo que sea importante para tú vida, debes empezar a librarte de todo lo que te haga perder el tiempo. Andar por la calle sin sentido, gastar el dinero sin sentido, perder el tiempo en hablar cosas sin importancia para tú vida, en andar con amigos sin saber hacia dónde ir, debes librarte de los problemas familiares y así librarte de un sinfín de cosas, que en vez de sentirte libre lo que hace es tenerte esclavizado.

Nos sentimos libres porque no estamos pagando una condena, pero el vicio, la brujería, la hechicería, la envidia, la borrachera, el egoísmo, la avaricia, la ira, entre otros, son elementos que nos esclavizan viviendo en libertad, y lo que más llama la atención, es que con ninguno logras nada de lo que deseas, solo destruir el espíritu de grandeza que tenemos todos los seres humanos.

Eres libre cuando te quitas todos esos males de encima y sientes paz y tranquilidad en tú espíritu, pues debemos saber que somos seres espirituales viviendo en un cuerpo carnal.

Si queremos construir un imperio debemos primero limpiarnos espiritual y mentalmente. No se avanza cuando estamos esclavizados a un vicio, se avanza si se dan los primeros pasos a ser la persona diferente a la que eres.

Si deseas lograr el éxito grande, ese que sueñas con vivir debes tomar decisiones en tú vida que te encaminen a lograrlo y para empezar a lograrlo debes empezar a eliminar todo lo que te esclaviza.

El carácter, la determinación, la disciplina, la buena comunicación familiar, la paciencia, la honestidad, la integridad, la voluntad, te harán llevar por el buen camino, pero por encima de todo, busca tener una buena comunicación con Dios, que es el único que da la victoria y la libertad verdadera.

Las personas cometemos errores porque abusamos de nuestro libre albedrio, y de los errores debemos aprender, pero si vas a emprender, todo lo que vayas hacer debe estar sincronizado y en armonía contigo mismo, debes tener dominio propio, de lo contrario no lograrás nada.

Una de las primeras cosas que debe hacer el emprendedor es establecer una buena comunicación con Dios y la familia, debes generar confianza y ellos te darán libertad de actuar, pues no puedes predicar una cosa y practicar otra.

Si la familia no te apoya, comunique su emprendimiento a Dios y siga su camino, no se deje llevar por los rudimentos de la carne, esos que esclavizan siendo libre, con ellos no va a lograr nada.

Recuerde: “La verdadera libertad consiste en el dominio absoluto de sí mismo”. Michel de Montaigne

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