Muchas
veces nos preguntamos: ¿Cuál será nuestro propósito en esta vida? Y la
respuesta es de duda. Realmente la mayoría de las personas no tenemos un
propósito de vida.
Cuando
se le pregunta a la gente, ¿a qué vino usted a este mundo?, la mayoría dice no
sé, pero, ¿por qué no sabe? Porque no tiene un propósito.
Cada persona debe tener un propósito de vida. Qué no lo sabemos es otra cosa, por
algo estamos en esta vida, no es casualidad, es causalidad.
Cuando
nos hacen ese tipo de pregunta no sabemos que vamos a contestar, nos entra la
duda y no sabemos qué decir. Es increíble como dudamos al tratar de responder
esta pregunta de la vida.
Es
necesario y fundamental descubrir cuál es nuestro propósito en esta vida.
Pensamos que nuestro propósito es casarnos y hacer hijos, cuando esto es un acto
natural de la humanidad, la evolución.
Pensamos
que tener un título es nuestro propósito, cuando estudiar y lograr ser
profesional es una meta de superación personal, de progreso. Llama la atención
cuando estamos estudiando, pasamos por diferentes etapas, y es una lucha
constante, superando adversidades y muchas veces derramando lágrimas, para
obtener un título universitario.
Sin
embargo, esa pasión, esa fuerza estudiantil, se viene abajo al obtener el
título, decimos lo logramos y al tener un empleo, caemos en la zona de
confort, como si eso es todo. Me gradué, tengo un empleo, tengo una familia y
listo.
Todo
eso es fabuloso, pero, ¿Cuál es tú propósito en la vida?, cuando encontremos
algo porque vivir, le encontramos otro sentido a la vida y la persona que esté dispuesta
a lograr su propósito tendrá por que luchar.
¿Qué es
un Propósito?
Existen
diversas maneras de entender un propósito. La mayoría lo define como una meta,
como un objetivo o como una acción para lograr o dejar de hacer algo.
Por
ejemplo, mi propósito es llegar temprano al trabajo. Tengo el propósito de
dejar de fumar. Tengo el propósito de comprar una casa. Tengo el propósito de
comprar un carro, entre otros ejemplos.
Estos
ejemplos, se identifican más con una meta, que un propósito de vida. Llegar
temprano al trabajo, no es un propósito, es disciplina. Dejar de fumar es una
meta, ¿Cuándo vas a dejar de fumar?, es fuerza de voluntad. “Desde hoy no fuma
más” y punto.
En la
vida existen muchas cosas fáciles de hacer, pero por ser fáciles no las
hacemos. El ejemplo, Quiero dejar de fumar, es fácil de hacer, pero las
personas fumadoras piensan que debe haber algo, un remedio, ir a un psicólogo,
o algo por el estilo.
Para dejar
de fumar, no fumes más y listo. Fuerza de voluntad. Es fácil, pero por ser
fácil no lo hacemos. Nos empeñamos en poner la vida difícil.
Desde
este punto de vista, un propósito es algo que va más allá de una meta o un
objetivo. Es una visión que la persona desea, o le gustaría hacer y ser.
Muchas
personas se proponen a tener una alta calidad de vida, un buen estilo de vida. Otras
desean ayudar a la gente. Otras desean enseñar a la gente. Otras desean formar
gente. Otras desean ser políticos y muchas cosas más.
Un propósito
es algo que más allá de la vida cotidiana. Va más allá de tener un hogar.
Muchos tienen como propósito ser empresarios, tener dinero, tener más tiempo
para disfrutar con la familia, libertad financiera.
Se
hace más fácil lograr un propósito, si éste va en función de tú talento. Si
logras descubrir tú talento y pones toda tu pasión a lo que deseas hacer, con
seguridad lograrás tú propósito.
Un propósito
te conduce hacia la excelencia, pues tienes que hacer lo que tienes que hacer
de manera correcta. Si te gusta el baile y te apasiona el baile, pues tendrás
que hacer más y mejor las cosas, hasta llegar a ser excelente, si es posible la
mejor del mundo.
Los
que han logrado ser los mejores del mundo no fue por suerte, fue porque se lo
propusieron.
La
vida no cuenta los pasos que demos, sino las huellas que dejamos. Podemos
pensar un gran propósito para nuestras vidas, pero no lo hacemos pues nos
parece difícil de lograr.
No
ponemos todo nuestro esfuerzo por lograr eso que deseamos. No nos esforzamos en
lograrlo, pues buscamos excusas y nos inventamos problemas para no hacer nada.
Una excusa
común, “No tengo tiempo”, cuando sabemos que hay tiempo de sobra, lo que pasa
es que desaprovechamos el tiempo, y generalmente en cosas que no tienen nada
que ver con lo que deseas.
Pensar
algo y no hacerlo, es un pensamiento más. Buscamos el mejor día para empezar. Expresamos:
mañana empiezo, o mejor el sábado.
No
existe un mejor día. Todos los días son buenos y mejor si empiezas hacer lo que
tienes que hacer hoy. No dejes para mañana, lo que puedas hacer hoy.
A las
personas no le gusta hacer planes de vida, para lograr un propósito. A las
personas les gusta es hacer planes de viaje. Vamos para la playa. Vamos para la
discoteca. Vamos a beber y así por el estilo.
Un propósito
de vida no es fácil alcanzarlo, la vida no es fácil, pero hay que hacerlo, pues
así le encontraras sentido a tú vida. Si tienes un propósito ya podrás
responder la gran pregunta de la vida, ¿Qué vine hacer a este mundo?
Piense
cuál es su propósito, luche por lograrlo y verá que su vida será más feliz,
pues está haciendo lo que desea.
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