domingo, 20 de enero de 2019


Muchas veces nos preguntamos: ¿Cuál será nuestro propósito en esta vida? Y la respuesta es de duda. Realmente la mayoría de las personas no tenemos un propósito de vida.

Cuando se le pregunta a la gente, ¿a qué vino usted a este mundo?, la mayoría dice no sé, pero, ¿por qué no sabe? Porque no tiene un propósito.

Cada persona debe tener un propósito de vida. Qué no lo sabemos es otra cosa, por algo estamos en esta vida, no es casualidad, es causalidad.

Cuando nos hacen ese tipo de pregunta no sabemos que vamos a contestar, nos entra la duda y no sabemos qué decir. Es increíble como dudamos al tratar de responder esta pregunta de la vida.

Es necesario y fundamental descubrir cuál es nuestro propósito en esta vida. Pensamos que nuestro propósito es casarnos y hacer hijos, cuando esto es un acto natural de la humanidad, la evolución.

Pensamos que tener un título es nuestro propósito, cuando estudiar y lograr ser profesional es una meta de superación personal, de progreso. Llama la atención cuando estamos estudiando, pasamos por diferentes etapas, y es una lucha constante, superando adversidades y muchas veces derramando lágrimas, para obtener un título universitario.

Sin embargo, esa pasión, esa fuerza estudiantil, se viene abajo al obtener el título, decimos lo logramos y al tener un empleo, caemos en la zona de confort, como si eso es todo. Me gradué, tengo un empleo, tengo una familia y listo.

Todo eso es fabuloso, pero, ¿Cuál es tú propósito en la vida?, cuando encontremos algo porque vivir, le encontramos otro sentido a la vida y la persona que esté dispuesta a lograr su propósito tendrá por que luchar.

¿Qué es un Propósito?
Existen diversas maneras de entender un propósito. La mayoría lo define como una meta, como un objetivo o como una acción para lograr o dejar de hacer algo.

Por ejemplo, mi propósito es llegar temprano al trabajo. Tengo el propósito de dejar de fumar. Tengo el propósito de comprar una casa. Tengo el propósito de comprar un carro, entre otros ejemplos.

Estos ejemplos, se identifican más con una meta, que un propósito de vida. Llegar temprano al trabajo, no es un propósito, es disciplina. Dejar de fumar es una meta, ¿Cuándo vas a dejar de fumar?, es fuerza de voluntad. “Desde hoy no fuma más” y punto.

En la vida existen muchas cosas fáciles de hacer, pero por ser fáciles no las hacemos. El ejemplo, Quiero dejar de fumar, es fácil de hacer, pero las personas fumadoras piensan que debe haber algo, un remedio, ir a un psicólogo, o algo por el estilo.

Para dejar de fumar, no fumes más y listo. Fuerza de voluntad. Es fácil, pero por ser fácil no lo hacemos. Nos empeñamos en poner la vida difícil.

Desde este punto de vista, un propósito es algo que va más allá de una meta o un objetivo. Es una visión que la persona desea, o le gustaría hacer y ser.

Muchas personas se proponen a tener una alta calidad de vida, un buen estilo de vida. Otras desean ayudar a la gente. Otras desean enseñar a la gente. Otras desean formar gente. Otras desean ser políticos y muchas cosas más.

Un propósito es algo que más allá de la vida cotidiana. Va más allá de tener un hogar. Muchos tienen como propósito ser empresarios, tener dinero, tener más tiempo para disfrutar con la familia, libertad financiera.

Se hace más fácil lograr un propósito, si éste va en función de tú talento. Si logras descubrir tú talento y pones toda tu pasión a lo que deseas hacer, con seguridad lograrás tú propósito.

Un propósito te conduce hacia la excelencia, pues tienes que hacer lo que tienes que hacer de manera correcta. Si te gusta el baile y te apasiona el baile, pues tendrás que hacer más y mejor las cosas, hasta llegar a ser excelente, si es posible la mejor del mundo.

Los que han logrado ser los mejores del mundo no fue por suerte, fue porque se lo propusieron.

La vida no cuenta los pasos que demos, sino las huellas que dejamos. Podemos pensar un gran propósito para nuestras vidas, pero no lo hacemos pues nos parece difícil de lograr.

No ponemos todo nuestro esfuerzo por lograr eso que deseamos. No nos esforzamos en lograrlo, pues buscamos excusas y nos inventamos problemas para no hacer nada.

Una excusa común, “No tengo tiempo”, cuando sabemos que hay tiempo de sobra, lo que pasa es que desaprovechamos el tiempo, y generalmente en cosas que no tienen nada que ver con lo que deseas.

Pensar algo y no hacerlo, es un pensamiento más. Buscamos el mejor día para empezar. Expresamos: mañana empiezo, o mejor el sábado.

No existe un mejor día. Todos los días son buenos y mejor si empiezas hacer lo que tienes que hacer hoy. No dejes para mañana, lo que puedas hacer hoy.

A las personas no le gusta hacer planes de vida, para lograr un propósito. A las personas les gusta es hacer planes de viaje. Vamos para la playa. Vamos para la discoteca. Vamos a beber y así por el estilo.

Un propósito de vida no es fácil alcanzarlo, la vida no es fácil, pero hay que hacerlo, pues así le encontraras sentido a tú vida. Si tienes un propósito ya podrás responder la gran pregunta de la vida, ¿Qué vine hacer a este mundo?

Piense cuál es su propósito, luche por lograrlo y verá que su vida será más feliz, pues está haciendo lo que desea.


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