domingo, 30 de septiembre de 2018


Toda acción comienza con un pensamiento o idea la cual puede ser para que salgan las cosas bien o para que no salgan las cosas como nosotros pensamos, hacemos cosas sin pensar, por emoción, las cuales no nos llevan a ninguna parte, la vida está llena de mucha rutina y la mayoría de las cosas las hacemos casi en piloto automático.

Generalmente la rutina de un empleo y las obligaciones del hogar son actividades que se realizan automáticamente, sin pensar. La mayoría del tiempo de nuestras vidas no pensamos realmente, porque la mayoría de las actividades que realizamos son rutinarias no existe un esfuerzo mental para hacer lo que tenemos que hacer.

Si nos conformamos con lo que hacemos y con lo que tenemos no existe razón alguna de pensar en algo diferente que nos saque de esta comodidad o zona de confort, pues la mente se acostumbra a vivir bajo esta comodidad, bien sea que viva o no viva en la pobreza.

Todos los seres humanos queremos progresar, de alguna u otra manera queremos progresar, sin embargo, no encontramos la manera de cómo hacerlo, y más aun los que viven sumergidos en la pobreza. Pareciera que no existe un camino a seguir o una guía que nos indique ese camino tan deseado como es el camino del progreso y la prosperidad.

Lo que debemos entender e internalizar, es que el progreso y el éxito es un proceso, que no está escrito, pero que debemos inventarlo y realizar una serie de acciones de manera correcta, empezando por pensar de manera correcta en que es lo que deseamos o soñamos.

Progresamos y vamos logrando éxitos a medida que estudiamos, nos graduamos como profesionales y conseguimos un empleo. Al conseguir un empleo la mayoría se conforma y se queda ahí por unos 30 años aproximadamente. Otros dicen, no me conformo con trabajarle a otro por 30 años, quiero seguir progresando, y son estos los que queremos seguir progresando los que no encontramos el camino y luchamos por hacer el camino hasta lograr lo que queremos.

Hacer el camino no es fácil, pero tampoco imposible, todo se alcanza si logramos pensar de verdad en eso que realmente deseamos, pero para hacer eso debemos gobernar con carácter nuestra mente. Primeramente nuestra mente es perezosa y si no le ordenas a la mente con claridad y con un propósito, pues la mente no se motivará y no se hará nada de lo que deseamos.

Debes gobernar tu mente, exigiéndole acción, disciplina, esfuerzo, perseverancia, pues es a la mente a la que debes dominar y no al cuerpo ni alma, si dominas tú mente y la pones al servicio de un propósito, dominaras al cuerpo y al alma y por ende lograras el éxito y el progreso.

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