Si
estamos iniciando un negocio y pensamos ¿Cuál es el riesgo de invertir en
determinado negocio? Lógicamente estamos
pensando, que si el negocio no da resultados perdemos la inversión realizada.
Sin embargo, tenemos que arriesgarnos en invertir si queremos progresar, buscar
la manera de mejorar nuestra calidad de vida y por supuesto buscar nuestra
independencia financiera.
¿Cómo
disminuimos el riesgo a la hora de emprender? Pues estudiando y analizando bien
el negocio que queremos iniciar. Determinar sus fortalezas y debilidades, así
como las oportunidades y las posibles amenazas que se le pueden presentar al negocio.
Estas amenazas se pueden traducir en un riesgo, pero si utilizamos nuestras
fortalezas y oportunidades, desarrollando y aplicando a la vez las estrategias
necesarias para superar las amenazas, nuestro negocio o emprendimiento se
mantendrá en el mercado.
Una
manera de disminuir el riesgo es analizando la idea de negocio en cuestión y a
la vez realizando estudios de mercado, estudios de factibilidad para determinar
si es factible o no iniciar determinado emprendimiento o crear determinado
negocio.
Existen
muchas técnicas para el diagnóstico o análisis de una empresa. Una de las
técnicas más usadas es la matriz FODA. El desarrollo de esta matriz es ideal para
saber en qué situación se encuentra nuestra empresa o negocio actualmente y
mejorar la situación de la empresa en el futuro.
Luego
de analizada la matriz FODA y obtener el diagnóstico de la empresa, es
necesario formular un plan estratégico, donde se formulen los objetivos, metas
y políticas a lograr en un futuro y que conlleve al fortalecimiento de la
empresa en el mercado.
A
medida que pasa el tiempo, es necesario ir midiendo cómo evoluciona nuestra
empresa y si estamos cumpliendo con los objetivos y metas planteadas, de lo
contrario, vamos cayendo en el terreno de la incertidumbre, pues no tenemos
información sobre el comportamiento de la empresa y más aún si no tenemos
información de cuál es el comportamiento del mercado ni de la competencia.
La
incertidumbre es difícil de medir, pero si manejamos información sobre el
desarrollo de la empresa, del mercado en que se desenvuelve y de la
competencia, nuestro riesgo e incertidumbre empresarial disminuyen.
Uno
de los mayores riesgos empresariales es que la empresa no produzca el efectivo
suficiente para cubrir los gastos operativos, pero el mayor riesgo es que no
lleguen los clientes, si no hay clientes no hay ventas, si no hay ventas no hay
ingreso y si no hay ingreso, estamos muy mal.
Disminuimos
la incertidumbre si manejamos información sobre el comportamiento de la
empresa, del mercado, de la competencia, de precios y de las preferencias de
los consumidores.
Tanto
el riesgo como la incertidumbre lo podemos controlar, si conocemos, analizamos y
comprendemos la situación en la que se desenvuelve nuestra empresa y por
supuesto tendremos la capacidad de tomar decisiones acertadas.
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