Estamos
acostumbrados a depender de los demás. Nacemos dependiendo de nuestros padres y muchas veces tenemos la mayoría de
edad y seguimos ahí pegados a la falda de la mamá, o a los pantalones del papá,
y eso se entiende, no existe un manual que diga cómo deben criarse los hijos y
que a la vez enseñe como hacerlos independientes, muy pocos padres enseñan a
sus hijos a tener cierta independencia, la mayoría de los padres desean tener a
sus hijos en casa, no desean que se vayan pero la vida los lleva a buscar su
independencia, con algunas excepciones, algunos tienen 50 años y están ahí
pegaditos a la falda de la mamá o del papá.
De alguna
manera u otra las personas buscan su independencia o autonomía personal, bien
se hacen profesionales, consiguen un empleo, se casan y forman una familia, eso
es lo más normal, y si no se estudia, también buscan su empleo y forman su
familia. Este ciclo es lo más normal para la mayoría de las personas, y la
mayoría piensa que haber logrado tener un empleo más familia es haber logrado
el éxito y no se hacen mayores esfuerzos por seguir progresando. Es normal
observar que el ser humano desea seguir avanzado, pero con una familia a sus
espaldas la cosa se pone un poco más difícil, pero tampoco imposible.
Sin
embargo, este inicio de independencia de las personas que se señaló
anteriormente, diera la impresión que vuelve a un inicio de dependencia,
¿dependencia de quién?, pues sencillo, el matrimonio genera dependencia, el hombre
depende de la mujer y la mujer depende del hombre, pero esto se complica aún
más, cuando uno de los dos se cree dueño del otro, y ahí es cuando se generan
los problemas, y en vez de estar unidos y en busca de una ayuda mutua, lo que
se genera es disensión y lo que trae como consecuencia es estancamiento en vez
de progreso.
Para poder
progresar y avanzar en un matrimonio las personas deben entender que nadie es
dueño de nadie, tanto el hombre como la mujer deben tener autonomía para tomar
decisiones, de lo contrario sino hay respeto entre estas decisiones es muy
difícil salir adelante, con el tiempo viene el pesar, porque no hice nada o
porque no hicimos nada. En el matrimonio muchas personas se estancan pues no se
apoyan mutuamente, y no se logran los sueños o visiones de progreso y
prosperidad que tienen las personas.
Tanto la
mujer como el hombre tienen derecho a progresar, sino es en unión, pues cada
quién por su lado, respetándose sus decisiones, lo importante es avanzar, así
sea con ideas diferentes, no necesariamente separarse, sino respetarse sus
ideas y llevarlas a la realidad. No se puede esperar aprobación de una de las
partes para llevar a cabo sus ideas de progreso, se pueden conversar, pero se
debe seguir adelante, pues si las personas esperan depender del otro,
seguramente no lograrán hacer nada. Si las ideas se pueden explorar y
desarrollar juntos, pues adelante, de lo contrario se debe seguir con la idea
hasta obtener un resultado y continuar con el emprendimiento.
Lo mismo
para esas personas que tratan de emprender y no saben por dónde empezar. Lo
recomendable es empezar como sea posible, y no esperar a que venga otra persona
a decirle que empiece, no se acostumbre a depender de los demás, sea original,
sea usted, si se equivoca no importa, eso es bueno, de los errores se aprende y
se debe continuar o volver a empezar, lo importante es hacerlo con lo tenga, y
no espere el día perfecto para empezar, si ya está preparado y siente que está
comprometido con su emprendimiento, que no es emocional, arranque con su idea,
que en el camino se irán aclarando los pasos.
Se le van
a presentar cosas o asuntos en los cuales no tiene dominio o conocimiento, pues
trate de aprender, trate de dominarlos y en lo posible evite depender de los
demás, sino se puede hacer más nada, pues busque ayuda, pero esa ayuda que sea
eficaz y eficiente y sáquele provecho a esa ayuda, en tratar de aprender.
Los
emprendimientos muchas veces se estancan precisamente cuando empezamos a
depender de los demás. Esperar a que la otra se decida a venir a ayudarle, o a
decirle como hacer las cosas, no lo va a llevar a ninguna parte, es como dice
el refrán: esperar a que otro mastique para usted tragar. Lo más seguro es que
pierda tiempo esperando y se dilate más en hacer las cosas, que llega un
momento en que perderá emoción por el emprendimiento y puede llegar a
paralizarse.
Los
inventores o innovadores no esperan que venga nadie a salvarlos, mientras que
llegan la salvación siguen trabajando y no abandonan hasta lograr lo que
desean.
Tampoco se
puede esperar a que los tiempos cambien o vengan tiempos mejores, si hay crisis
se debe emprender con crisis, sino hay crisis se debe emprender sin crisis, lo
importante es lograr hacer lo que desea, llevar su emprendimiento a la
realidad, pues eso es la verdadera independencia y libertad que puede tener una
persona.
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