martes, 7 de septiembre de 2021

Estamos acostumbrados a depender de los demás. Nacemos dependiendo de nuestros  padres y muchas veces tenemos la mayoría de edad y seguimos ahí pegados a la falda de la mamá, o a los pantalones del papá, y eso se entiende, no existe un manual que diga cómo deben criarse los hijos y que a la vez enseñe como hacerlos independientes, muy pocos padres enseñan a sus hijos a tener cierta independencia, la mayoría de los padres desean tener a sus hijos en casa, no desean que se vayan pero la vida los lleva a buscar su independencia, con algunas excepciones, algunos tienen 50 años y están ahí pegaditos a la falda de la mamá o del papá.

De alguna manera u otra las personas buscan su independencia o autonomía personal, bien se hacen profesionales, consiguen un empleo, se casan y forman una familia, eso es lo más normal, y si no se estudia, también buscan su empleo y forman su familia. Este ciclo es lo más normal para la mayoría de las personas, y la mayoría piensa que haber logrado tener un empleo más familia es haber logrado el éxito y no se hacen mayores esfuerzos por seguir progresando. Es normal observar que el ser humano desea seguir avanzado, pero con una familia a sus espaldas la cosa se pone un poco más difícil, pero tampoco imposible. 

Sin embargo, este inicio de independencia de las personas que se señaló anteriormente, diera la impresión que vuelve a un inicio de dependencia, ¿dependencia de quién?, pues sencillo, el matrimonio genera dependencia, el hombre depende de la mujer y la mujer depende del hombre, pero esto se complica aún más, cuando uno de los dos se cree dueño del otro, y ahí es cuando se generan los problemas, y en vez de estar unidos y en busca de una ayuda mutua, lo que se genera es disensión y lo que trae como consecuencia es estancamiento en vez de progreso.

Para poder progresar y avanzar en un matrimonio las personas deben entender que nadie es dueño de nadie, tanto el hombre como la mujer deben tener autonomía para tomar decisiones, de lo contrario sino hay respeto entre estas decisiones es muy difícil salir adelante, con el tiempo viene el pesar, porque no hice nada o porque no hicimos nada. En el matrimonio muchas personas se estancan pues no se apoyan mutuamente, y no se logran los sueños o visiones de progreso y prosperidad que tienen las personas.

Tanto la mujer como el hombre tienen derecho a progresar, sino es en unión, pues cada quién por su lado, respetándose sus decisiones, lo importante es avanzar, así sea con ideas diferentes, no necesariamente separarse, sino respetarse sus ideas y llevarlas a la realidad. No se puede esperar aprobación de una de las partes para llevar a cabo sus ideas de progreso, se pueden conversar, pero se debe seguir adelante, pues si las personas esperan depender del otro, seguramente no lograrán hacer nada. Si las ideas se pueden explorar y desarrollar juntos, pues adelante, de lo contrario se debe seguir con la idea hasta obtener un resultado y continuar con el emprendimiento.

Lo mismo para esas personas que tratan de emprender y no saben por dónde empezar. Lo recomendable es empezar como sea posible, y no esperar a que venga otra persona a decirle que empiece, no se acostumbre a depender de los demás, sea original, sea usted, si se equivoca no importa, eso es bueno, de los errores se aprende y se debe continuar o volver a empezar, lo importante es hacerlo con lo tenga, y no espere el día perfecto para empezar, si ya está preparado y siente que está comprometido con su emprendimiento, que no es emocional, arranque con su idea, que en el camino se irán aclarando los pasos.


Se le van a presentar cosas o asuntos en los cuales no tiene dominio o conocimiento, pues trate de aprender, trate de dominarlos y en lo posible evite depender de los demás, sino se puede hacer más nada, pues busque ayuda, pero esa ayuda que sea eficaz y eficiente y sáquele provecho a esa ayuda, en tratar de aprender.

Los emprendimientos muchas veces se estancan precisamente cuando empezamos a depender de los demás. Esperar a que la otra se decida a venir a ayudarle, o a decirle como hacer las cosas, no lo va a llevar a ninguna parte, es como dice el refrán: esperar a que otro mastique para usted tragar. Lo más seguro es que pierda tiempo esperando y se dilate más en hacer las cosas, que llega un momento en que perderá emoción por el emprendimiento y puede llegar a paralizarse.

Los inventores o innovadores no esperan que venga nadie a salvarlos, mientras que llegan la salvación siguen trabajando y no abandonan hasta lograr lo que desean.

Tampoco se puede esperar a que los tiempos cambien o vengan tiempos mejores, si hay crisis se debe emprender con crisis, sino hay crisis se debe emprender sin crisis, lo importante es lograr hacer lo que desea, llevar su emprendimiento a la realidad, pues eso es la verdadera independencia y libertad que puede tener una persona.

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