La
mayoría de las personas pensamos así, que nos las sabemos todas y que podemos
hacer todo solo. Esto característico en las personas que dicen que pueden hacer
las cosas solos y que no necesitan ayuda de los demás y cuando se les pregunta,
¿Por qué no buscas ayuda?, alguien que te apoye o alguien que domine eso o
aquello, dicen que no, que ellos lo saben hacer.
El
hecho no es saberlo hacer y por supuesto que lo puede hacer, pero, ¿para cuándo?,
muchos caemos en la arrogancia y no buscamos ayuda ni aceptamos la que nos
ofrecen. Generalmente este tipo de persona, va a responder: “Yo sé hacer eso”;
“Yo sé eso”; o la respuesta puede ser: “No me digas nada, que Yo sé eso”. Como
podemos observar, todo lo sabe, pero no lo aplica y no se deja ayudar o apoyar.
Caemos
en la arrogancia, no queremos escuchar un consejo o una sugerencia, pues
pensamos que nos las sabemos todas, pero lo que realmente pasa, es que, a ese
tipo de persona arrogante, le tocamos el “Ego”. Ese Yo que llevamos por dentro, que es parte
de nuestro ser, y si no lo educamos nos lleva a ser egoístas y arrogantes con
nosotros mismos.
Es normal y natural que las personas sientan amor por sí mismas, pues eso las lleva a valorarse y a estimarse como personas, que son iguales a los demás, pero no excederse del ego, pues se cae en la arrogancia, y se va perdiendo el amor por el prójimo, en donde ni recibe ni da, se debe buscar tener un ego racional, que no se perjudique así misma, pero tampoco tienda a ser altivo.
Mateo:
22: 37-39
37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
39 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Es muy
importante que nosotros como personas nos evaluemos y nos preguntemos ¿quién
soy?, debemos conocer nuestra identidad, evaluarnos o mejor dicho hacernos un
diagnostico interno minucioso, pero honesto e íntegro, que nos revele y
aceptemos ¿quién soy?, es muy provechoso para usted, conocer quién es Ud.
Descubrir nuestro ser, nuestra personalidad, nos llevará a ser mejores
personas, a compenetrarnos mejor con la familia y entender mejor a nuestro
entorno, a la sociedad.
En
esta vida generalmente vamos a necesitar ayuda de los demás, en lo que uno
menos piensa. Empezamos por obtener la ayuda de nuestros padres, nuestros
maestros y profesores, de mentores, y personas que ya han pasado por donde
nosotros no hemos pasado. Escuchar un consejo, una sugerencia es muy
provechoso, para nuestras vidas, y todos los días vamos aprendiendo algo, bien
sea para bien como para mal, pero usted decide cual consejo o camina agarra.
Conocer
nuestra identidad, saber quién es usted, conocerse así mismo, es indispensable para
no andar caminando en círculos y no encontrarle sentido a su vida. Estudiar su
Yo, no solo lo llevará a descubrir quién es usted, además descubrirá sus
talentos y habilidades que posee de manera natural, que son propias y las
desconocía, esta introspección lo ayudará a mejorar su personalidad y lo más
importante lo llevará a tener libre albedrío y tomar decisiones en función de
su Yo y no en función de los demás.
Juan 8: 32
32 y conoceréis la verdad, y la verdad los hará libres.
Siga estos pasos que le ayudarán a
buscar su identidad o saber ¿quién soy?
1.- Busque un sitio tranquilo. Una
Intimidad entre usted y su Yo. Aprenda la diferencia entre privacidad e
intimidad. En la privacidad usted puede estar solo, en la habitación, pero lo
llaman, se lleva el celular, tiene el TV encendido, o lo molestan, se va a
distraer y no va a cumplir su propósito. Esta solo pero no está en intimidad.
2.- Pregúntese ¿quién soy? Escriba
quien es: Soy profesional, soy obrero, soy secretaria, soy ama de hogar, soy
esposo, soy esposa, soy amante, soy alcohólico, soy mentiroso, soy egoísta, soy
vanidoso, soy un apasionado por, soy cantante, soy cocinero y así sucesivamente.
Escriba con honestidad e Integridad quién es usted: ¿quién soy?
3.- Piense en dejar para usted, todo lo bueno, y
empiece a eliminar lo que considera malo. Empiece con eliminar un
pensamiento o sentimiento malo o que usted desea cambiar. Uno a la vez. Inicie el
día con esta frase: Hoy seré un hombre o una mujer mejor que ayer. Sonría con
sinceridad, varias veces al día. No busque empezar el día haciendo lo mismo. No
critique a nadie, ni a usted mismo. Busque comportarse mejor con el prójimo. Si
algo no le gusta, no se moleste; entienda con calma porque pasó. No grite,
hable. Escuche a los demás. No escuche chismes ni pensamientos negativos, trate
de ayudar al prójimo. Haga esto todos los días y lo que pueda para mejorar y su
YO cambiará. Si cambia su Yo, cambia usted.
3.- Evalúe cada acto, pensamiento o
sentimiento que decidió eliminar. Si desea eliminar su egoísmo, evalúe su egoísmo.
Háblese así mismo. Pregúntese que hice bien, mal o regular.
4.- Practique todos los días lo que
desea eliminar y busque cada día ser mejor persona. Un nuevo Yo, es un volver a
nacer.
5.- Busque ser amigo de Dios. Él lo
ayudará a cambiar y a mejorar, y lo convertirá en una persona radiante y exitosa.
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