lunes, 2 de abril de 2018

Nada en la vida es fácil y menos cuando se trata de prosperar. No hay cosa más dura que trazarnos metas de prosperidad y lograr alcanzarlas. Se requiere de mucho entusiasmo, pasión, dedicación, disciplina y perseverancia. Además cada día debemos irnos preparando física y mentalmente para ir cambiando nuestros pensamientos de pobreza hacia pensamientos de riqueza y prosperidad. Debemos sacrificarnos y muchas veces dejar de disfrutar de ciertas cosas en la vida si queremos lograr el éxito.

Uno de los cambios más profundos a los que se puede enfrentar una persona es a cambiar sus hábitos de vida, en su manera de pensar y actuar. Ese cambio es un choque para muchas personas traumático e imposible de lograr, que hace que la mayoría de la gente no logre la tan ansiada prosperidad.

Para prosperar, emprender o ser exitoso se requiere tener un propósito y un compromiso. Re programar la mente para el éxito es lo que más le cuesta a una persona para prosperar, la mayoría de las personas poseen una cultura de pobreza que para quitársela de encima se les hace difícil.

El primer paso para superar la pobreza, es eliminar esa cultura de pobreza mental que tiene la mayoría de las personas, piensan que nacieron pobres y deben morir pobres, son patrones mentales que la gente hace poco por superar. 
    
Por otro lado, las personas al proponerse lograr la prosperidad y no ven resultados inmediatos, se cansan o pierden el rumbo y no continúan con el propósito de riqueza o de mejorar su calidad de vida. Si se puede salir de la pobreza, no es fácil. Si se puede crear un negocio y hacerlo crecer, solo que tenemos que proponernos a lograrlo.

Alimentar la mente de pensamientos de riqueza, de prosperidad es fundamental además trazarse metas claras y factibles. La idea es no cansarse, corregir los errores y superar los obstáculos, porque el que se cansa pierde.   


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