Nada
en la vida es fácil y menos cuando se trata de prosperar. No hay cosa más dura
que trazarnos metas de prosperidad y lograr alcanzarlas. Se requiere de mucho
entusiasmo, pasión, dedicación, disciplina y perseverancia. Además cada día
debemos irnos preparando física y mentalmente para ir cambiando nuestros
pensamientos de pobreza hacia pensamientos de riqueza y prosperidad. Debemos
sacrificarnos y muchas veces dejar de disfrutar de ciertas cosas en la vida si queremos
lograr el éxito.
Uno
de los cambios más profundos a los que se puede enfrentar una persona es a
cambiar sus hábitos de vida, en su manera de pensar y actuar. Ese cambio es un
choque para muchas personas traumático e imposible de lograr, que hace que la
mayoría de la gente no logre la tan ansiada prosperidad.
Para
prosperar, emprender o ser exitoso se requiere tener un propósito y un
compromiso. Re programar la mente para el éxito es lo que más le cuesta a una
persona para prosperar, la mayoría de las personas poseen una cultura de
pobreza que para quitársela de encima se les hace difícil.
El
primer paso para superar la pobreza, es eliminar esa cultura de pobreza mental
que tiene la mayoría de las personas, piensan que nacieron pobres y deben morir
pobres, son patrones mentales que la gente hace poco por superar.
Por
otro lado, las personas al proponerse lograr la prosperidad y no ven resultados
inmediatos, se cansan o pierden el rumbo y no continúan con el propósito de
riqueza o de mejorar su calidad de vida. Si se puede salir de la pobreza, no es
fácil. Si se puede crear un negocio y hacerlo crecer, solo que tenemos que proponernos
a lograrlo.
Alimentar
la mente de pensamientos de riqueza, de prosperidad es fundamental además
trazarse metas claras y factibles. La idea es no cansarse, corregir los errores
y superar los obstáculos, porque el que se cansa pierde.
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