La
riqueza y la prosperidad son dos aspectos muy relacionados en la vida. La
mayoría de las personas dicen que sin riqueza no hay prosperidad, y la riqueza
es la que marca la pauta para lograr la prosperidad. Sin embargo, debemos saber
diferenciar entre la riqueza y la prosperidad. La riqueza se mide por la
cantidad de recursos económicos y financieros que una persona, estado o país
posee. A mayor cantidad de dinero mayor riqueza, aquí decimos que la persona es
rica. Asimismo, si la riqueza no se sabe administrar puede llegar a perderse
toda, por eso se dice que la misma es temporal. Muchas personas ricas viven
preocupadas porque no quieren perder su riqueza, y en vez de ser felices lo que
hacen es amargarse y vivir la vida con egoísmo y envidia. Muchas personas no
saben cómo mantener esa riqueza y llegan a perder gran parte o toda la riqueza,
en muchos casos la persona rica no
aprecia ni disfruta lo que tiene.
Por
otra parte, la prosperidad es una manera de vivir, es un estilo de vida. Es un
sentimiento profundo y duradero. Sus pensamientos son positivos, aprecia y
disfruta lo poco o mucho que tiene. Las personas que piensan en la prosperidad
se educan financieramente, tienen sentimiento de humanidad y lo más importante
es que saben generar riqueza. La prosperidad se concibe como una cultura de
éxito, de riqueza tanto espiritual como material, donde se vive feliz y no se
preocupan por lo que no tienen.
La
mayoría de las personas viven intranquilas porque no aprecian ni disfrutan lo
que tienen, viven pensando en lo que no tienen y se llenan de pensamientos
negativos, blasfemando contra el que tiene. Estas personas viven en una cultura
de pobreza, les echan la culpa a los demás por sus fracasos y por la situación
en la que viven.
Para
llegar a ser personas ricas y prosperas debemos estar conscientes que debemos
educarnos financieramente, además de re-programar nuestra mente a los
pensamientos y acciones positivas que nos conlleven a vivir con comodidad.
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