Es
increíble como a veces cambiamos decisiones, pensamos unas cosas que pueden ser
para bien y a veces estamos pensando cosas que son para mal, pensamos
positivamente, pero a veces pensamos negativamente, pensamos que todo está
bien, pero de repente, estás pensando que todo está mal.
Este
vaivén de nuestros pensamientos se debe nada más y nada menos a ese órgano
maravilloso, que tenemos todos los seres humanos, que todavía falta mucho por
descubrirle y que se llama cerebro, el cual está íntimamente relacionado con la
mente, que es donde llegan todos nuestros pensamientos, los cuales son enviadas
al cerebro, para que ocurra el trabajo o proceso que deseamos.
La
mente recibe millones y millones de pensamientos e ideas en cuestión de
segundos. Estas pesando una cosa, cuando sin querer se te atraviesa otra, y así
sucesivamente, que, si no la logras controlar, realmente no sabes que vas
hacer.
Es
curioso como la mente, te pone a dudar de algún hecho que no ha pasado y si lo
sigues pensando, casi lo conviertes en realidad o incluso lo conviertes en
realidad. Muchas cosas han pasado, cuando la mente se imagina algo negativo, y
resulta que nada de eso ha pasado y trae como consecuencia, resultados
desagradables, para los involucrados en aquella mente de pensamientos
negativos.
Los
pensamientos entran a nuestra mente en cualquier momento, éstos van y vienen, y
prácticamente no tenemos control sobre ellos. Un caso muy palpable, de no
poseer control sobre nuestra mente, es cuando estamos preocupados.
La
preocupación puede llegar a nuestra mente por varias vías. Cuando producimos
pensamientos negativos de algún hecho, puede que haya pasado algo, como puede
que no haya pasado nada. A veces entramos en pánico, con el solo hecho de saber
cualquier incidente o accidente de familiar, amigo o conocido, pensando todo lo
malo, cuando en realidad, ya está todo contralado, pero la mente te sigue dando
vueltas y no sabes cómo controlarla.
Te
preocupas por tu situación económica o por la falta de empleo, que piensas que
todo está mal, y te imaginas lo peor, pero resulta que nada de lo que te
imaginas, se hace realidad.
La
misma mente te traiciona y te pone a dudar, cuando te presentas a una oferta de
empleo, no eres la única que va a presentar la prueba o la entrevista, inmediatamente
te imaginas que tú eres la de menos preparación, te pones nerviosa, te sudan
las manos y no sabes que contestar, y tan solo son imaginaciones, pero la mente
te domina.
La
mente pone en dificultades a los matrimonios, parejas, noviazgos, por el solo
hecho de pensar o imaginarse cosas negativas que en realidad no han pasado. Las
personas que no tienen confianza plena en sus parejas, pueden padecer
conflictos personales por imaginarse cosas indebidas y sin fundamento.
Hoy en
día, en vista de todos los acontecimientos que estamos viviendo a nivel
mundial, desordenes políticos, cierre de empresas, crisis económica, pandemia
generalizada, produce una crisis psicológica, que, si no logramos controlar
nuestra mente, la tendencia es enfermarnos. Las personas se están enfermando de
solo pensar, no encuentran cómo salir de esta situación y para colmo no se sabe
cuándo termina. Se vive una total incertidumbre, llegan pensamientos de todo
tipo y sin control, pues lo que se está viviendo es un caos total.
Habitualmente
le introducimos a la mente, todo tipo de información, creencias impuestas,
noticias falsas, rumores, chismes, acontecimientos negativos, miedo, y muchas
argumentaciones en su mayoría negativas.
A
pesar de todas las vicisitudes que estamos viviendo, lo mejor es mantener la
calma, y buscar controlar nuestra mente. No debemos permitir que lleguen
pensamientos negativos a nuestra mente. Lo mejor que se puede hacer es tener la
mente ocupada en cosas de su interés.
No
deje que la mente ande ociosa, póngala a trabajar en función de lo que usted
desea, evite las noticias desagradables y no trate de desanimarse por nada del
mundo, piense que pronto la tormenta pasará.
Así
como tenemos hábitos de levantarnos temprano, de comer, vestirnos, bañarnos
todos los días, y muchos más, así también debemos tener hábitos para
disciplinar a la mente. Un mal hábito de las personas, es pensar mal de sí
mismas, que se ven pequeñas en comparación con los demás, su autoestima es muy
bajo, y no quieren valorarse. Eso tiene que cambiar, y para generar cambios en
nuestra mente, hasta llegar a dominarla, es necesario que le ponga hábitos, darle
disciplina y hacer que le obedezca.
Si
queremos controlar nuestra mente y buscar dominarla hasta que nos obedezca,
primeramente, lo que debe hacer es, empezar hacer las cosas diferentes. Agarre
papel y lápiz y escriba que es lo que más le atormenta, que le produce miedo y
haga un ejercicio de vigilancia: vigile su mente.
1.- Haga
cosas que no le gusta hacer. Para empezar a dominar a la mente, haga lo que no
le gusta hacer. Por ejemplo, si está acostumbrada a ver televisión a
determinada hora, no lo haga. Deje de ver televisión, haga otra cosa. Si no le
gusta levantarse temprano, busque la manera de levantarse temprano y haga una
actividad que le ocupe la mente. La mente se acostumbra rápido a lo que se
repite diariamente, pues ella es perezosa y busca la zona de confort. Se trata
de reprogramar la mente, dejar a un lado o desapegarse de lo cotidiano en su
forma de pensar y hacer las cosas.
2.- Reflexione y Agradezca por un nuevo día. Si
es una persona que, al levantarse, se tira de la cama, y sale corriendo a
realizar sus actividades cotidianas en automático, dele una luz roja a eso.
Haga esto: despierte, reflexione y agradezca por este nuevo día. Si siempre se
levanta con el pie derecho, hágalo con el izquierdo o viceversa. Si siempre
empieza a ponerse sus calcetines con el pie derecho, de ahora en adelante empiece
con el pie izquierdo.
3.- Apúntele
a una meta. Reniega por su rutina diaria laboral, no lo haga. Decrétele a la
mente, que hoy es el mejor día de su vida. Cambie de actitud y su mente
cambiará. Si está cansado de su trabajo, busque hacer algo diferente. Emprenda,
busque una idea que le guste, o algo que le apasione y trate de llevarla a la
realidad. Logre pequeñas metas e ira acostumbrando a la mente a progresar. El
emprendimiento le mantendrá la mente ocupada en lo que le gusta y con seguridad
se olvidará de muchas cosas y empezará a pensar diferente, inténtelo.
4.-
Trate a los demás como quieren que lo traten a usted. Esa es una ley de la
vida. Con respeto, con educación, con cariño, con un abrazo, con una sonrisa,
muestre interés por el prójimo, que esto se le devolverá con creces.
5.- No
hable ni piense cosas negativas, si se le viene a la mente un pensamiento
negativo, atáquelo inmediatamente con un pensamiento positivo. No maldiga por
nada, al contrario, bendiga por todo y a todos.
6.- Valórese
y fortalezca la autoconfianza. Si usted es una persona que duda de si mismo y
de lo que hace, con más rapidez le llegaran pensamientos de desánimo. Si no se
valora, la mente lo pondrá por el suelo y se sentirá menos que los demás. Todos
somos iguales, y todas las personas venimos con el mismo paquete: talentos,
habilidades y destrezas.
7.- No
se enoje fácilmente. Dios es lento para la ira y grande en misericordia y
verdad. Todos los días son iguales y pueden salir las cosas bien como pueden
salir mal o como no lo esperábamos. Si todo le sale bien, dele gracias a Dios,
si por el contrario algo le sale mal, eso es normal. No lo tome a mal. No se
moleste, el día no tiene la culpa de lo que pasó. Estamos a acostumbrados a que
todo salga como lo pensamos, pero a veces, no suceden las cosas como las
pensamos o planificamos. Si algo salió mal, no es mal de morir. Analice porque
salió mal e inténtelo de nuevo, pero acostumbre a la mente a pensar y ver las
cosas positivamente, a pesar de no haber tenido un buen día, eso véalo como
normal, e ira cambiando su forma de pensar.
8.-
Trate de ser mejor ser humano todos los días. El perdón sana el espíritu.
Perdone a todas las personas que le hayan hecho algo malo o inadecuado en la
vida. No le guarde resentimiento a nadie. No envidie, ni critique, ni se pase
de ambición, pues puede caer en la avaricia y la codicia, es peligroso para su
salud mental y espiritual.
9.- No
se castigue así misma por sus errores que comete. No opine por los errores que
los demás cometan. Estamos a acostumbrados a criticar destructivamente a
nuestro prójimo. Olvídese de los errores del pasado, trate de no volver a cometerlos.
Piense en lo mejor que le convenga antes de actuar, sin perjudicar a nadie.
Nuevos pensamientos positivos la hacen avanzar.
10.- Piense
y actúe en Presente. Piense y actúe como si toda su salud mental está mejorando
en este momento. No piense que todo va a mejorar en el futuro, es en el
presente momento que ya están sucediendo las cosas.
Para
que usted tenga resultados reales aplique estos pasos durante 21 días. En este
espacio de tiempo ha repetido y repetido todo lo bueno que desea tener en su
mente y con seguridad cambiará su personalidad y mejorará su manera de pensar. Son
hábitos nuevos los que su mente desea y con esto lo logrará.
Para reforzar
el proceso de repetición, tenga fe en Dios y tenga fe en usted mismo, que logrará
cambios positivos en su mente. Prepare la mente para el éxito. Tener fe
significa: estar convencido de ver lo que no se ve y la única manera de ver lo
que no se ve, es haciendo ejercicios de imaginación y visualización. Imagine y
visualice todo lo que desea tener y en que se quiere convertir, eso es la fe.
Marcos:
11: 22 – 24: “Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios. 23. Porque de
cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el
mar, y no dudare en su corazón,
sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho. 24. Por
tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os
vendrá.”
Piense
y actúe en el presente como si ya tiene esa personalidad que desea. Mientras
prepara su mente, visualícese e imagínese como una persona nueva, que volvió a
nacer y tendrá una mente lista para lograr el éxito.
Por
otra parte, recuerde que está trabajando para mejorar su manera de pensar,
tener una mente positiva ante todas las adversidades, y como sucede con nuestro
cuerpo cuando lo queremos mejorar, vamos al médico o gimnasio, así mismo la
mente necesita ejercitarse, pero de manera más disciplinada que el mismo
cuerpo. Si logra dominar la mente, dominará su cuerpo.
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