El control sobre uno mismo.

¿Cuántos libros sobre autoestima, crecimiento personal, como crear un negocio o de motivación hemos leído?...muchos. Sin embargo, podemos decir, que en la mayoría de los casos, las personas no logran avanzar en lo que se proponen, a pesar de estar motivados y capacitados. Un mínimo descuido hace que no sigamos adelante o nos detengamos en lo que estamos haciendo, en muchos casos sin tener una explicación.

Hay casos en que nos dejamos llevar por los demás y perdemos el rumbo, para después caer en una lamentación…que nos hace bajar el autoestima y la moral ponerla por el piso. Muchas decimos, no vuelvo a cometer este error, y lo vuelves hacer…y te preguntas porque lo hice?...Dios santo…que pasa.

Cuando esto pasa y sientes que hablas para hacer una cosa y haces otra, pues sencillamente no tienes el control sobre ti mismo, aunque la persona diga que si lo tiene o diga “yo sé lo que hago”. Pensar emprender o llevar a la práctica una idea y hacer otra, que no tiene nada que ver con lo que tú quieres, lo que significa es que la persona no está preparada mentalmente y comprometida con lo que quiere hacer.

Emprender no es fácil, el camino a la prosperidad no es fácil, el camino a la riqueza no es fácil, pero tampoco imposible, pero si se requiere que la persona esté preparada mentalmente y además comprometida con lo que piensa hacer. Las personas se preparan y capacitan para obtener conocimiento, pero la mayoría de los casos no se capacitan ni preparan la mente para lo que quieren.

Para lograr lo que queremos, debemos re-programar la mente para el éxito, para lograr lo que queremos. Desde la infancia no nos educan para aprender a lograr metas, nos enseñan a leer y a escribir, que es muy importante y una vez en la universidad, nos preparan para ser empleados. Esto no quiere decir que no logremos metas, si se logran, pero si controlamos nuestra mente para lo que nos proponemos, seguramente lo obtendremos.

Debemos capacitar nuestra mente para lo que queremos, para poder tener el control sobre nosotros mismos, y así no desviarnos ni dejar de hacer lo que tenemos que hacer. Cuando estamos preparados mentalmente y comprometidos con lo que deseamos hacer, con toda seguridad lograremos la meta propuesta, y lo más importante tendremos el control sobre nosotros mismos.